El Héroe Discreto.
Autor: Mario Vargas Llosa. Capítulos Relatados: del 17 al 20
Grupo: AN21R (5)
Inicio (Cap. 17).
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Que terrible, lo que le estaba
pasando a felicito después de enterarse que Mandona y su esposa lo habían
engañado por muchos ahora el que quería que Gertrudis su esposa se lo
confirmara que Miguel no es y nunca fue su hijo. Gertrudis le dijo que ella creía
que él era el padre pero se dio cuenta que era tan blanco y con ojos claros que
no podía ser hijo de un cholo como felicito. La mama de Gertrudis Mandona tenía
una pensión donde Gerteisia trabajaba como prostituta cuando era adolecente no
sabía ni sabe quién era el padre de Miguel. Felicito estaba consternado y a la
vez se enteró que Gertrudis tenía una hermana y no se explica por nunca le dijo
de la existencia de la hermana quien había llegado de lima ullendo de sus
hijastros porque cree que la puede asesinar por ser la esposa de su padre.
Desarrollo de la Obra (cap. 18 y 19).
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Don Rigoberto, doña Lucrecia y
Fonchito. Estos llegan a Piura a pasar
unos días pero con el transcurrir del tiempo Fonchito hace énfasis en el
estudio de la Biblia, narra que la misma era un poco complicada y no entendía
lo que sucedía y allí había aprendido ciertas palabras que èl no conocía.
Luego Fonchito le recalcaba que eran momentos bien difíciles y tristes la muerte de Ismael Carrera y la
desaparición de su cuñada Armida. Esta situación tenía a Rigoberto preocupado
porque Miky y Escobita ambos hijos de Ismael lo tenían de vuelta y media con el
asunto de la herencia dándoles problemas y haciendo lo imposible para que el tío
anulara el matrimonio de su padre quien había muerto y le había dejado todo a
su esposa Armida. Ya que los mismos se
habían puesto en planes de quitarle todo a su madrasta y le pedían disculpas y
le rogaban para que éste les ayudara a mejorar su situación económica ya que
Miky y Escobita no tenían ni un peso y
no aceptaban lo acordado
Al final resulta ser que era una trama que Josefita resultó ser Armida,
Gertrudis su hermana y Felicito su cuñado todos reunidos para conversar por
todo lo que había tenido que pasar con sus hijastros quienes le hacían la vida
imposible y se vio en la necesidad de hablar con Rigoberto y Lucrecia.
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Felícito Yanaqué, dueño de
"Transportes Narihualá", está casado con Gertrudis y es padre de dos
hijos, Miguel - de cuya paternidad duda por sus rasgos blancos y cuya gestación
forzó su matrimonio con Gertrudis- y Tiburcio. Sin embargo, goza de momentos de
una juvenil felicidad en las visitas a su amante, Mabel. La paz de Felícito se
verá empañada por la sucesiva aparición de unas misivas de unos extorsionadores
que le exigen el pago de una cuota y que aparecen firmadas con una pequeña
araña. Siguiendo el consejo que le dejó su padre en su lecho de muerte:
"Nunca te dejes pisotear por nadie, hijo. Este consejo es la única
herencia que vas a tener", se resiste a pagar la cuota que se le exige y
pone el caso en manos de la policía, encargándose de su caso el capitán Silva y
el sargento Lituma. Se convierte en una celebridad al hacer frente a los
extorsionadores, que llegarán a quemar su local y a secuestrar a su amante
Mabel. La investigación de este secuestro supondrá el esclarecimiento de este
asunto llevando a inesperados descubrimientos.
Final (Cap. 20)
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Felicio hizo una invitación a
roma pero Armida insistió que se
quedaran en Madrid unos días mas, para así conocer el lugar.
La hermana de Armida quería que fueran también a
Andalucía, pero esto significaba mucho tiempo y felicito tiene mucho trabajo en
piura con los ómnibus y las caminionetas de la compañía. La esta reorganizando
de pies a cabeza.
Armida nos ha invitado a este viaje dijo la señora Gertrudis, con un
timbre de orgullo en la voz, ella a sido tan amable que no podemos desairarle
una cosa así, explico el señor Yanaque, imagínese se lo que le costara esta
invitación. ¡Una fortuna! .
La señora Gertrudis se levanto para ir al baño. Felicito Yanaque señalo
a su mujer y bajando la voz, le confeso a Rigoberto: mi esposa se muere por ver
el papa. Es el sueño de su vida, porque Gertrudis es muy pegada a la religión.
Amida le ha prometido que la llevara a la plaza San Pedro cuando el papa salga
al balcón.
A Rigoberto el viaje no le hacia la menor ilusión y que en efecto, se
sacrificaba por su mujer. Le pregunto si los problemas habían terminado, se
habían resuelto y ahí mismo lamento haberlo hecho al ver que un ramalazo de
preocupación o de tristeza cruzaba por la cara del hombre pequeñito que tenia
al frente. Por suerte ya se arreglo, espero que este viaje sirva al menos para
que los piruanos se olviden de mi.
Cuando entraron al avión Lucrecia extendió la mano a los piruanos y la
pareja los saludo con mucho cariño. Cuando los 4 reactores rugieron, el avión
arranco con una velocidad que aumentaba por segundos, sintió de pronto que la
mano de Fonchito presionaba su brazo derecho . no tengas miedo dijo el padre,
sorprendido, pero se callo porque fonchito negaba con la cabeza, como diciendo
“no es eso”.
El avión acaba de desprenderse del suelo y la mano del chiquillo se
incrustaba en su brazo como si quisiera hacerle daño. ¿Que pasa Fonchito?
Pregunto el padre echando una ojeada alarmada hacia Lucrecia, pero ella no los
oia por el ruido de los reactores. Su mujer tenia los ojos cerrados y parecía
dormitar o rezar.
Fonchito trataba de decir algo pero movía la boca y no salía de sus
labios palabra alguna. Estaba muy pálido.
Un horrible presentimiento hizo que don Rigoberto se inclinara a su
hijo y le murmurara al oído: no vas a permitir que Edilberto torres nos joda
este viaje, ¿no Fonchito?.
Ahora si el chiquillo consiguió hablar y lo que don Rigoberto oyó le
helo la sangre: ahí esta papa, aquí en el avión, sentado detrás de ti. Si, si
el señor Edilberto Torres.
Rigoberto sintió un tirón en el cuello y le apareció que quedaba
contuso y lisiado. No podía mover la
cabeza, horriblemente y su cabeza se había puesto a hervir.
¿Seria posible
que ese hijo de puta estuviera aquí, en este avión, viajando con ellos a
Madrid? La rabia subía por su cuerpo como una lava irresistible, y unos deseos
feroces de ponerse de pies y abalanzarse sobre Edilberto, para golpearlo e
insultarlo sin misericordia. Pese a ese dolor tan agudo en el pescuezo,
consiguió al fin volverse de medio cuerpo. Pero en el asiento no había barón
alguno, solo 2 señoras adultas y una niña que lamia un chupete. Desconcertado
se volvió a mirar a Fonchito y entonces se dio con la sorpresa de que los ojos
de sus hijos chispeaban de burla y alegría. Y en ese instante soltó una señora
carcajada.
Te la creiste
papa decía ahogándose con una risa sana , traviesa, limpia e infantil.
Que buena obra
ResponderEliminarFonchito es un hijo de la gran flauta
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